Miércoles, 31 de julio
Amanece en Deba al son de la dulzaina de Ignacio, y los ruteros sabemos que hoy va a ser un día muy especial. La etapa de hoy va a ser clave porque veremos, a lo largo de la costa, el famoso efecto Flysch, provocado por el movimiento de las placas tectónicas.
Antes de iniciar la etapa, bajamos a la playa de Deba, donde el Geoparkea Euskal Kostaldea (declarado Geoparque Mundial de la UNESCO) nos tiene preparada una visita guiada por las rocas de los acantilados próximos. Nuestra guía, Naiara, nos explicó de forma muy didáctica la formación del Flysch, el elemento que da personalidad a toda la costa. Gracias a la singular secuencia de estos estratos rocosos, podemos saber más sobre grandes eventos y cataclismos de la historia de la Tierra, como si de un gran libro abierto se tratase: he aquí su gran importancia.
Una vez acabada la visita, y después de despedirnos propiamente entonando nuestro himno "Moza de Ruta Quetzal", empieza la caminata. Siguiendo la carretera, en grupo y con chalecos reflectantes, emprendemos a andar con el único objetivo de llegar a tiempo a la zona del Flysch, ya que las mareas pueden impedirnos disfrutar de esta formación geológica si nos retrasamos más de lo debido. Pocos kilometros más tarde nos separamos de la carretera y entramos en caminos verdes siguiendo los acantilados de la costa. La primera parada la realizamos al nivel del mar, donde podemos apreciar de cerca el ya conocido efecto Flysch.
Después de pasar un buen rato en la rasa mareal, emprendemos de nuevo el camino. Pasando por caminos de tierras rodeados de vegetación, llegamos por fin a Zumaia, un pequeño y precioso pueblo donde aprovechamos para comer y dormir una merecida siesta a mitad de ruta. Acto seguido continuamos la marcha y llegamos a Getaria, conocida principalmente por ser la localidad natal del marino Juan Sebastián Elcano, uno de las primeras personas en dar la vuelta al mundo.
Finalmente, a través de un camino llano y asfaltado (que hizo que el final de la etapa se convirtiese en un agradable paseo junto a la costa), llegamos a nuestro destino: Zarautz. En esta ciudad costera pasaremos un día de descanso, así que, a pesar de esta dura y larga etapa, aprovechamos para salir de fiesta esa misma noche y pasarlo en grande bailando hasta el amanecer.
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