Jueves, 25 de julio
Tras pasar la noche en el Pórtico de la Iglesia de Santa María de Mundaka, la mañana del 25 de julio pusimos rumbo a Busturi. Realizamos una etapa tranquila, de 8 kilómetros, que transcurrió por pequeños senderos y carretera.
A nuestra llegada a la localidad de Busturi repusimos fuerzas en un bar de la localidad antes de emprender la subida al Paresi Basetxea, un refugio de montaña situado a unos 6 kilómetros del pueblo, donde pasaríamos las siguientes dos noches. A pesar de que solo se podía acceder a él a través de una sinuosa y empinada carretera, y que la lluvia nos dificultó el ascenso a pie, finalmente conseguimos llegar al albergue. Ubicado en plena montaña, el refugio —que ocupamos al completo— ofrecía unas maravillosas vistas de la Ría de Urdaibai y un ambiente muy apacible, perfecto para realizar actividades grupales y relajarnos en nuestro día de descanso.
Esa misma tarde realizamos una visita guiada al centro Ekoetxea Urdaibai, ubicada en la Torre Madariaga, donde aprendimos más sobre el concepto de biodiversidad y pudimos disfrutar de unas preciosas vistas de la Isla de Ízaro, la playa de Laida y la marisma de Urdaibai. Ya de vuelta al albergue algunos de nuestros compañeros aprovecharon la cocina de la que disponíamos para preparar platos calientes y otros acudieron por la noche al Festival Wave Rave de Mundaka.
Viernes, 26 de julio
Al día siguiente la lluvia nos obligó a pasar el resto del día refugiados en el albergue, por lo que empleamos la mañana en descansar, meditar, hacer yoga, tocar el ukelele y jugar a las cartas. Asimismo, algunos aprovechamos uno de los momentos de tregua que nos dio la lluvia para realizar un pequeño paseo por el monte y disfrutar así de las vistas y la frondosa vegetación de la zona. Por la tarde nuestros compañeros Chema y María impartieron un taller de salsa, muy celebrado entre los participantes. Para acabar el día, encargamos pizzas para cenar —todo un éxito—, y por la noche repusimos fuerzas para dirigirnos a Gernika al día siguiente.
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