Era un rompecabezas
armado a la perfección.
Tomó 35 días formarnos
y una vida entera
para desarmarnos.
Días en los que
nos despertaba el silbido de la dulzaina
y el son de un tambor.
Instrumentos que liberaban sus ondas sonoras
compitiendo con el sonido
del oleaje de la playa Yumaque
el día tres,
y el día 35
por sobre las lágrimas
de quienes anticipábamos
que el rompecabezas
se desvanecía.
Reclamaban nuestra presencia
y como imanes
nuestros pies nos levantaban
hacia el sonido.
Y con los ojos a medio abrir
ya bailábamos
y cantábamos
nuestra “Moza de Ruta Quetzal,”
formando el centro
de nuestro rompecabezas.
La energía ya nos duraba
para todo el día.
Y bajo el grito de
“nos vamos, nos estamos yendo, nos hemos ido,”
emprendemos nuestro viaje diario.
El día es un misterio,
una caja de sorpresas
que se abre
y nos desafía.
Pero,
cogemos la mano al de al lado
y con la mochila llena
construimos pieza por pieza,
descubriendo la realidad del territorio
iberoamericano.
Susana Pérez, 2014.
Buen trabajo :)
Me encanto
Lindo Poema :)
😍👏🏻👏🏻👏🏻
Exitos
❤️❤️❤️
Bello, amiga!
Precioso poema nietita querida!!
Susana preciosa poesia🔝🤗🤗🤗
¡Hermoso poema!
Nana es muy notable, Te felicito
Hermoso, te felicito Nana
Muy lindo Susana. Un abrazo.
Hermoso! Cuanta emoción en tu poema! Tu sensibilidad se expone en cada verso! Eres una artista total!
Felicitaciones totales!!
Muy lindo poema, felicidades!
Que bonita Nana. Me encantó.
Muy bonita Susana.
Felicitaciones...me encantó tu poema!!
Precioso poema, me ha encantado